Cuando tenía como 5 años, recuerdo que mi padre, guardaba una vieja cámara Kodak en uno de los cajones de su habitación, vagamente recuerdo haberlo visto usándola, sin embargo, aún están los álbumes familiares llenos de testimonios en imagen que mi padre pudo capturar. Gracias a ello, los recuerdos siempre estarán ahí y podremos revivir las historias, sentimientos y emociones  de tras de cada foto. 

Actualmente me dedico a contar mis propias historias y las de las personas que ponen su confianza en mí, ayudando a capturar  la magia de esos momentos únicos e importantes en sus vidas para que duren para siempre. Me motiva saber que estoy poniendo mi granito de arena en la historia de alguien más y estoy seguro que el éxito no se limitara solamente a lograr unas fotos bonitas, sino en el poder transmitir un sentimiento a través de ellas donde puedas revivir cada emoción una y otra vez.